No, no duele. Depende el momento del tratamiento, el cliente sentirá desde una sensación agradable de calor a una sensación intensa, sin ser molesta ni desagradable.

Sí. A medida que se realizan más sesiones, el efecto se estabiliza y visibiliza con mayor facilidad. Sobre todo, se ve un cambio significativo a partir de la sesión número 7.

No, no es necesario. Los estudios científicos desarrollados con la tecnología Drakarian hasta la fecha demuestran que se obtienen resultados estadísticamente significativos en reducción de la grasa abdominal (subcutánea y visceral) ya en 12 días, sin prescribir ni dieta ni ejercicio. Sin embargo, si se realiza una ingesta limitada y se practica ejercicio físico, el resultado se ve potenciado.

Depende de tu IMC. La tecnología Drakarian desbloquea el cuerpo y te permite recuperar su control. Podrás comprobar en las analíticas de tus clientes cómo mejoran los triglicéridos y el colesterol, antes y después del tratamiento. Estos parámetros bioquímicos, junto con la reducción de la grasa subcutánea y visceral, son parámetros claros de cómo mejora su salud en general. Sin embargo, cuando existe obesidad e Índices de Masa Corporal elevados (en el rango del 40), es necesario primero reducir el panículo adiposo subcutánea para poder acceder a la grasa visceral, lo cual podría conllevar la repetición de uno o varios ciclos de tratamientos para llegar a la expectativa de pérdida deseada. Estas variables deberán de evaluarse con una visita personalizada antes de iniciar el tratamiento.

Sí, el efecto continúa aunque acabe el tratamiento. Los seguimientos realizados a las personas del estudio realizado han revelado que la reducción de la leptina (y, por consecuencia, el control del apetito) continúa aún después de la finalización del tratamiento, por lo que la pérdida de volumen y peso se ha podido constatar aún 8 meses después.